El ciruelo es uno de esos árboles del que no es muy difícil su cultivo, lo que lo convierte en una especie perfecta para aquellas personas que no cuentan con mucha experiencia en el cultivo de árboles frutales, pero además para ello no necesitamos contar con un gran jardín, ya que esta especie permite su crecimiento en espacios reducidos como puede ser una maceta.
Para que la planta crezca sin problemas en una maceta necesitamos, lo primero de todo, hacernos con un recipiente lo suficientemente resistente, para evitar que se resquebraje con las raíces.
Lo siguiente que tenemos que hacer es adquirir los bulbos del ciruelo en cualquier tienda de jardinería o vivero y tenerlo durante unos días enrollado en un trapo húmedo antes de plantarlo en la maceta.
Una vez los hayamos colocado en la maceta, rellenaremos el recipiente con tierra bien fertilizada y abonada.
Terminado este proceso tenemos que colocar estacas alrededor y atarlas al tronco, para que así el árbol pueda crecer recto y firme.
En cuanto hayamos todos estos pasos, ya solo queda regarlo y cuidarlo, para que llegada la temporada podamos recoger sus frutos y disfrutar de fruta fresca en la mesa.