En los últimos años, prácticamente todas las novedades surgidas en el ámbito de la jardinería se enmarcan en la tendencia, por otra parte generalizada, de la sostenibilidad. El interés por el cuidado del medioambiente es parte intrínseca del amor por la jardinería, por lo que no es de extrañar esta preferencia ante las previsiones de riesgo que se auguran a nuestro planeta.
Una curiosa idea que se está abriendo camino entre estas novedades son las macetas solares. Una curiosa solución con una doble función, el ahorro en consumo energético y la decoración de nuestros jardines. Existe una amplia variedad de modelos de estos contenedores, tanto por tamaño como en las tonalidades de luz en que se pueden adquirir.
Su funcionamiento es sencillo, cuentan con una célula fotovoltaica que se recarga al recibir los rayos de sol. Dependiendo de la cantidad que acumule, desprenderá una luz con mayor o menor intensidad y durante un plazo mayor de horas. Incorpora unos LED que son los que generan la iluminación.
Es importante, por tanto que reciban la mayor cantidad de rayos solares posible durante el día, lo que se consigue de manera más efectiva si están en el exterior, donde la incidencia de las radiaciones es directa. Después, una vez llegada la noche, podemos mover las macetas al exterior o a la zona de la casa que queramos iluminar.
El efecto final es espectacular, también en función de las plantas que hayamos colocado en las macetas solares.