Existe una idea generalizada sobre que los jardines se disfrutan solo en primavera y verano, cuando el buen tiempo hace que la naturaleza alcance todo su esplendor. Sin discutir esta realidad, no se puede ignorar que en otoño los jardines se pueden revestir de un encanto único, desplegando una gama de colorido especial si sabemos elegir las plantas adecuadas.

Nuestra tarea durante estos meses de espera, antes de que lleguen los días más fríos, pasa por proporcionar a nuestro jardín los cuidados necesarios para que sobrevivan en las mejores condiciones. Pero, además, podemos aprovechar para embellecerlo lo más posible.

Es imprescindible que estemos muy atentos al tema de la limpieza y recogida de los restos orgánicos que en otoño es mucho más intensa. Una vez que los árboles caducos han lucido toda su gama de tonalidades, acaban cayendo y es conveniente que no dejemos que permanezcan sin retirar, pues pueden ser un foco de plagas.

No tenemos por qué renunciar al colorido intenso y alegre que siempre proporcionan las plantas con flor. También en otoño hay especies que florecen y cuyo mantenimiento solo requiere un poco de atención al riego y a que reciban la luz suficiente.

Entre estas especies vegetales destacan los girasoles y los crisantemos por encima de todos los demás. Sus vistosas flores se presentan en diversas variantes de color que van desde el luminoso amarillo al rojo intenso. Otros ejemplares que embellecerán nuestro jardín en otoño son el crocus, el áster y el sedum, además de arbustos como la bignonia.

El encanto especial de los jardines de otoño

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